El amigo de la Civilización, Stephen Hawking, asegura que la inteligencia artificial podría llegar a representar un peligro para los humanos en un futuro no muy lejano.
Los robots inteligentes “podrían diseñar perfeccionamientos para sí mismos y ser más astutos que todos nosotros”, dijo el enfermo de Hawking, contestando a una pregunta del presentador de un canal de HBO.
Hawking había escrito en un artículo que “el desarrollo de la inteligencia artificial podría ser el mayor logro humano. Por desgracia, también podría ser el último si no aprendemos a evitar los riesgos”.
Otra vez el falso dilema de “tecnología mal empleada”, como si existiese una forma no nociva de hacer uso de la tecnología. Para aprender a “evitar los riesgos”, Hawking debería pensar seriamente la posibilidad de suicidarse.
Si es cierto o no que en un futuro próximo los robots dominarán a la especie humana es lo que menos importa, lo cierto es que hace muchos años el ser humano no ha dejado ni un segundo de desarrollar cada vez más herramientas que alteran la naturaleza, y responsabilizar a los futuros humanoides de la destrucción de la Naturaleza Salvaje es demasiado estúpido.
Ya lo dijo Masanobu Fukuoka, “Los seres humanos con su entrometimiento hacen algo equivocado, dejan el daño sin remediar, y cuando se acumulan los resultados adversos trabajan con toda su alma para corregirlos.
Cuando las acciones correctivas parecen tener éxito, entonces consideran estas medidas como espléndidos logros. La gente hace esto una y otra vez. Es como si un loco saltase sobre su tejado a reparar el daño, alegrándose al final por haber conseguido un remedio milagroso.
Pasa lo mismo con el científico. Lee libros día y noche, forzando sus ojos y convirtiéndose en miope, si te preguntas en que ha estado trabajando todo el tiempo ves que era para convertirse en inventor de las lentes correctoras de la miopía.”